El Transit Express es un tren ligero que comunica Salt Lake City con los extrarradios de la ciudad. El área metropolitana de la capital de Utah, residencia de más de 1 200 000 personas, registra habitualmente uno de los peores índice de calidad de aire de todo Estados Unidos.
En 2014, investigadores de la Universidad de Utah colocaron sensores en los techos de las unidades que recorren las tres líneas que conforman el servicio. Las variables a monitorizar, el dióxido de nitrógeno, ozono, partículas en suspensión, metano y CO2 (2).
En palabras de Logan Mitchell, profesor asistente de investigación y artífice del proyecto que aún perdura, «al colocar un instrumento en una plataforma móvil, se consigue mucha más cobertura. Es equivalente a la instalación de toda una red [de monitores de calidad del aire tradicionales] y… es mucho más rentable». Esta rentabilidad, específica para el presente caso, es resultado de los equipos de monitorización empleados: cada estación móvil tiene un precio de 40.000 dólares, pero es capaz de captar los mismos datos que 30 instrumentos fijos, cuya instalación supondría más de un millón de dólares.